LOS MOVIMIENTOS
ECLESIALES Y SU RESPUESTA A LOS RETOS DE LA IGLESIA Y EL MUNDO MODERNO
NUESTRA REALIDAD.-
El
Pontificado Consejo para los Licos, órgano oficial de la Santa Sede, convocó a
los movimientos en Domus Pacis, Roma para el Congreso Mundial de Movimientos
Eclesiales, del 27 al 29 de mayo de 1998, bajo el lema “Los Movimientos
Eclesiales: Comunión y Misión en los umbrales del Tercer Milenio”.
La
Iglesia quiso tener una importante reflexión sobre la naturaleza teológica de
los “movimientos” y sobre su compromiso en la obra de la nueva evangelización.
También fue una ocasión importante de encuentro de los “movimientos” entre si y
de testimonio común.
En
realidad no es la primera vez que los Movimientos Eclesiales se han reunido.
Una primera ocasión fue el Congreso internacional que se tuvo en Roma del 24 al
27 de setiembre de
1981.
Un segundo Coloquio Internacional se desarrolló en Rocca di Papa del 28 de
febrero al 04 de marzo de 1987. Un tercer Congreso Internacional, finalmente,
se desarrolló en Bratislava del 1º al 04 de abril de 1991.
El
congreso Mundial de Movimientos Eclesiales de 1998 fue el primero promovido
directamente por la Santa Sede. Fueron invitados cerca de 350 delegados de 56
movimientos y comunidades, entre ellos los fundadores y los dirigentes a nivel
internacional de muchas de las realidades representadas. También participaron
diversos representantes de los dicasterios de la Curia Romana, más de 50
Obispos, “observadores” de varias instituciones católicas y delegados fraternos
de otras Iglesias y comuniones Cristianas.
El
Congreso tuvo una excepcional conclusión en el gran “Encuentro del Santo Padre
con los Movimientos Eclesiales y las Nuevas Comunidades” que se celebró en la
Plaza de San Pedro en la víspera de Pentecostés (el sábado 30 de mayo), en el
año del Espíritu Santo, 1998.
Los
“movimientos” en la Iglesia deben reflejar en sí el Misterio de aquel “amor”,
del cual ella ha nacido y continuamente nace. Los varios “movimientos” deben
vivir la plenitud de la Vida transmitida al hombre como don del Padre en
Jesucristo por Obra del Espíritu Santo. Deben realizar con toda la plenitud
posible la misión sacerdotal profética y real de Cristo.
PROFUNDIZAMOS
I.
MOVIMIENTOS
ECLESIALES
Son nuevas formas de asociación de los
Laicos dentro de la Iglesia Católica. Son grupos de personas unidas a
participar de un mismo carisma. Constituyen un modelo histórico nuevo en la
Iglesia.
Supone nuevas formas de colaboración entre
sacerdotes, religiosas y fieles laicos.
Es aquella realidad vivificante del
Espíritu de Cristo en la que participan laicos con manifestaciones de fe y
testimonio cristiano basa en un carisma preciso
otorgado al fundador de dicho movimiento.
Son pues un instrumento de servicio para el
fortalecimiento de la comunidad de la Iglesia en la Verdad y la Caridad.
II.
MOVIMIENTOS ECLESIALES FORMADOS EN LA
IGLESIA
Dentro de la estructura organizativa de la
Iglesia Católica existen diversos movimientos eclesiales, que expresan la
vitalidad de la misma frente a los desafíos de la evangelización y de la
misión.
Los movimientos eclesiales se cuentan
literalmente por miles, pero el apoyo del Vaticano a unos pocos de estos
movimientos quedó “oficializado” en el famoso Congreso Internacional de los
Movimientos Eclesiales, celebrado en Roma en el dia de Pentecostes de 1998.
Aunque este encuentro congregó a 56 de estos nuevos grupos, el Papa Juan Pablo
II se reunió en público con los líderes y fundadores de siente de ellos,
escogidos “en virtud a de su extensión y representatividad universal”
· Kiko Argello, del
Camino Neocatecumenal
· Chiara Lubich, de
los Focolares,
· Luigi Giussani, de
Comunión y Liberación
· Patti Mansfield, de
la Renovación Carismatica Católica
· Marcial Maciel, de
los Legionarios de Cristo
· Andrea Riccardi, de
la Comunidad de San Egidio y
· Joaquin Allende,
del Movimiento Apostolico de Schoenstatt
En esta ocasión el Papa, bajo el lema
“Movimientos Eclesiales: comunión y misión al alba del tercer milenio”, quiso
honrar a “una de las más claras expresiones de la acción del espíritu en la
Iglesia del siglo XX”.
El movimiento más extendido en España, con
86,000 miembros (siempre datos estimados), es el camino Neocatecumenal, seguido
por el Apostolado de la Oración, con 50,000 y los Focalares, con 42,000. Los
legionarios de Cristo (que figuran con el nombre de su rama Laica, Regnum
Christi), apenas 4,000. El resto, hasta el medio millón, se reparte entre
decenas de grupúsculos.
III.
LA CONTRIBUCION DE
LOS MOVIMIENTOS
Es necesario tener en cuenta la importante
contribución que ellos están providencialmente ofreciendo a la Iglesia. Los
sintetizamos en los puntos siguientes:
-
El
desafío del Secularismo y la nueva evangelización. La creciente secularización que,
con diversos matices y expresiones, ha divagado en la sociedad occidental,
constituye actualmente uno de los mayores desafíos para la Iglesia. Es difícil
sin el aliento recibido en un movimiento desarrollar una acción que contribuya
a transformar el ambiente según los principios cristianos. Los movimientos
ofrecen una preciosa aportación. El fundador de uno de los principales
movimientos ha observado: “Evangelizar de modo misional hoy no significa sólo
salir para tierras lejanas, sino también penetrar en aquellos nuevos ambientes
de vida, que continuamente son creados por las transformaciones de nuestra
sociedad, y testimoniar al amor de Cristo que hace la vida del hombre más
humana, y le permite caminar hacia la verdad”.
-
Las
dificultades de la época posconciliar. Los años que siguieron al Vaticano II se
caracterizaron por un gran entusiasmo, lo que nos interesa señalar es como en
los movimientos se advierte el deseo de una renovación teológica y espiritual
que valorice adecuadamente la función de guía ejercida por el Magisterio. Hay
que reconocer el papel providencial de muchos movimientos que, con sus
carismas, subrayan y dan operatividad a unas u otras enseñanzas conciliares,
llevando a cabo una función importante en el proceso de su recepción, puesta en
práctica y difusión. Además, los carismas de los movimientos están
contribuyendo a revitalizar aspectos de nuestra vida eclesial que parecían
haberse oscurecido en algunos sectores del pueblo de Dios. Entre ellos destacan
el amor de la Iglesia y a su liturgia, la relación filial hacia el Romano
Pontífice y la devoción mariana.
-
Las
limitaciones de la Pastoral parroquial. Numerosas declaraciones magisteriales y
estudios teológicos han subrayado la función insustituible de la Parroquia. “En
efecto, son necesarios muchos lugares y formas de presencia y de acción, para
poder llevar la palabra y la gracia del Evangelio a las múltiples y variadas
condiciones de vida de los hombres de hoy. Igualmente otras muchas funciones de
irradiación religiosa y de apostolado de ambiente en el campo cultural, social,
educativo, etc. No pueden tener como centro o punto de partida la parroquia”
(Christifideles Laici 26/c).
IV.
CARACTERISTICAS
ESTRUCTURALES DE LOS MOVIMIENTOS
Principales características estructurales
de los movimientos.
-
Un
fenómeno de ámbito universal o transdiocesano. La Universalidad propia de los
movimientos no es una característica solo geográfica o sociológica, sino que
también teológica. Ellos constituyen una realidad de la Iglesia Universal que
está llamada a actuarse en las Iglesias particulares. De esta manera, los
movimientos las enriquecen, alejando del peligro de los “particularismos”, y
favoreciendo la comunión entre ellas.
-
Elasticidad
y variedad de formas de pertenencia y de compromiso. Es ésta una característica
estructural que refleja el espíritu subyacente al fenómeno de los movimientos.
La elasticidad y la variedad entre las modalidades de pertenencia, reflejan la
gran diversidad de situaciones en las que viven los fieles laicos, y en las que
siguen viviendo también después de su adhesión a un movimiento.
-
Un
fenómeno que interesa e implica, frecuentemente, todo género de fieles, Aunque,
como dijimos antes, los movimientos eclesiales se dirigen principalmente a los
fieles laicos, en no pocas ocasiones se observa que no solo sacerdotes, sino
también religiosos participan del impulso carismático del movimiento y
colaboran en sus actividades apostólicas.
-
Se
inspiran en el carisma personal de algún sacerdote o laico.
-
Constituyen
comunidades de sentido con una identidad grupal y pertenencia religiosa.
-
Se
inspira en la enseñanza del Concilio Vaticano II.
V.
TIPOS DE
MOVIMIENTOS ECLESIALES
La exhortación Apostólica Postsinodal
Christifideles Laici presenta la distinción entre movimientos espirituales de
tipo carismático y movimientos de compromiso que son de promoción social.
En la Iglesia encontramos movimientos
específicos que responden a las tres fuerzas de la Iglesia:
1º Movimientos eclesiales de la Biblia
2º Movimientos eclesiales de espiritualidad
como los carismáticos y
3º Movimientos eclesiales de solidaridad,
en la opción preferencial por los pobres que surgen de las pastorales
especializados de la Iglesia.
RESUMIENDO
El
Espíritu Santo ha querido desparramar sus dones y carismas en su Iglesia, cuyos
miembros participan activamente y ponen al servicio del Señor su vocación ahí
donde es necesario desarrollar los talentos que Dios nos ha dado.
Es
así como nacen los diferentes movimientos eclesiásticos, pues es notoria la
acción del Espíritu del Señor que sigue obrando maravillas en beneficio de la
Santidad de la Iglesia y de la economía de la gracia.
ACTIVIDADES
1. ¿Permito que el
Espíritu Santo obre en mí como hijo de Dios?
2. ¿Siento la necesidad
de colaborar en la viña del Señor con los talentos que me ha confiado?
3. ¿En qué aspectos
contribuyen los Movimientos eclesiales?
4. ¿Qué movimientos
eclesiales existen en tu comunidad? Nómbralas y explica.
5. ¿Por qué es
importante este tema para los jóvenes?
INDICACIONES:
1º Debe realizar un resumen en su
cuaderno e ilustrar el tema.
2º Debe desarrollar el cuestionario
en su cuaderno
3º El examen será el lunes 07 de
octubre
4º El trabajo debe
ser presentado en Diapositivas (20) con sus respectivos nombres y secciones la
fecha de entrega es hasta el sábado 05 de octubre al email. anadeiloymoquegua@gmail.com
deberá indicar cual es su aporte y conclusiones.
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